Recordando a «El Cerebro de la Bestia»

La llegada de «Super Nintendo» a España fue un acontecimiento que no tuve la suerte de disfrutar en aquella época en todo su esplendor. De hecho, cuando «Erbe Software» —los responsables de la distribución de la máquina en nuestro país— la puso a la venta el 6 de junio de 1992, yo apenas me mantenía en pie —ni una, ni dos, han transcurrido más de tres décadas—. Pese a ello, con el paso del tiempo he tenido ocasión de conocer algunas de las joyas que esconde el catálogo de esta magnífica consola. Con esta entrada he querido hacer, a modo de homenaje, un pequeño repaso de como fue el aterrizaje de «El Cerebro de la Bestia» en nuestras fronteras, sin importar que la fecha de su trigésimo aniversario quedase atrás.

En Japón comenzó su andadura en 1990, tras sufrir una serie de retrasos que pospusieron la fecha para su debut. El hardware de entretenimiento ocupó los estantes de las tiendas de aquellas tierras a un precio de 25000 yenes —aproximadamente 20000 pesetas al cambio— y lo hizo con un surtido de juegos de lo más escueto, F-Zero y Super Mario World. Sin embargo, el catálogo se fue enriqueciendo paulatinamente, incorporando nuevos miembros a sus filas con obras como Pilotwings o Populous —a finales de ese mismo año— y otros muchos más a lo largo de su ciclo de vida. De primeras se me vienen a la cabeza algunos como: Donkey Kong Country, Super Mario Kart, Super Metroid, The Legend of Zelda: A Link to the Past y un largo etcétera.

Regresando a lo acontecido dentro de nuestras fronteras, el sistema de 16 bits llegó acompañado de varios cartuchos el día de su estreno, a los que se le irían sumando otros tantos, poco a poco, antes de finalizar lo que restaba de año. Desde casi los primeros instantes pudimos contar con títulos cómo F-Zero (7790 pesetas), Paperboy 2 (8790 pesetas), Super Castlevania IV (7790 pesetas), Super Mario World (29900 pesetas junto a la consola), Super R-Type (7790 pesetas), Super Soccer (7790 pesetas), Super Tennis (7790 pesetas) y The Chessmaster (8790 pesetas). Quiero puntualizar que los precios tan solo son orientativos, pues, para muchos, se han tomado como referencia diversos anuncios de revistas especializadas de aquel entonces, pero son interesantes para tener una referencia.

Como seguramente habréis imaginado, además de los títulos ya mencionados, «Super Nintendo» aterrizó de la mano de diversos periféricos y accesorios, que los usuarios tenían a su disposición de manera complementaria a la máquina. Se podía adquirir desde una bolsa para juegos o un maletín de transporte, hasta cables, mandos de control adicionales (por unas 2320 pesetas cada uno) o el propio «Nintendo Scope» —por unas 9490 pesetas junto a único cartucho con seis juegos—, aquel mítico bazuca con el que podías pasar el rato pegando tiros —ficticios— frente al televisor de casa. Una lista que fue creciendo con el transcurso de los meses y de la que quizás, solo quizás, hablaré en otra ocasión.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s